Despertar sin ti y sintiéndote a mi lado, cuando me has vuelto a causar esa sensación de descontrol absurda y completa que hace que viva de ilusiones hasta que se vuelve sencillo. Y todo ello sin tú saber nada en la más completa ignorancia de alguien que mueve un mundo a patadas, aunque no te culpo. Y yo, como una especie de tortura que me trae sudores, y no fríos, me revuelvo cuando simplemente con girarme a la nada podría pararlo todo. Pero en un arrebato de masoquismo que se ha quedado a vivir en mi, no quiero pararlo.
Y puede que algún día descubra el por qué, mientras tanto sigo tapándome con las sábanas hasta en verano.
Sandra
No hay comentarios:
Publicar un comentario