martes, 12 de febrero de 2013

Reflejo 2.0


Tienes esa sensación de haber pasado toda tu vida buscando a alguien imprescindible que logre acallar la falta de aire, de música, de brillo, de color, e irónicamente, también la falta de espacio. Viviendo con alguien que se le parecía pero que era humo.
Mero tránsito.
Porque un día te despiertas y sin saber cómo está ahí, mirándote sin pestañear si tu no pestañeas, respirando contigo y conociéndote al mismo tiempo que tu a ella. Es la de siempre, pero es nueva. Coges aire, tu pecho se mueve, su pecho se mueve. Sonríes, y ella, sonrie. 
Es entonces cuando la realidad - más clara que nunca -  te abofetea y por unos segundos tienes la certeza de que no puedes borrar la expresión de felicidad de la cara, que tus ojos, con su brillo, hoy le van a hacer la competencia al sol. La estás conociendo. A esa persona que siempre has querido conocer, la estás conociendo. Está ahí en el espejo. Tú.
                                                                                                                                           Sandra


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